Taller de Crisis a Decisión: Camino Arquetípico

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(CLAVES: Rumbo borde O, Meta – deseo 9, Caída de la mente 7, Renacimiento- Evolución 2)

Este taller busca crear un espacio para poder observar la manera profunda de resolución de nuestras crisis en una toma nueva de decisiones, que nos conduzcan a una resurrección vital

Siguiendo la psicología analítica y profunda de Carl Gustav Jung, psiquiatra e investigador de la mente humana y gran integrador de la psicologia oriental y occidental, nos inspiramos en una visión simbólica y a la vez genuinamente sincera, que nos adentra en nuestra esencia a través de capas de defensas y cargas de antes, de nuestra historia, de nuestra familia, de nuestro origen, e incluso de nuestra especie.

Las imágenes del tarot, con los arcanos mayores, son míticas, representan escenas llenas de detalles y pistas que nos conducen por un camino de enseñanzas. Lejos de la idea de adivinación que no está contemplada en este taller ni tampoco ansiada en nuestro objetivo.

La representación vivencial de estos arquetipos nos señalan una manera curiosa y original para conseguir superar situaciones presentes, que nos atrapan en una mente sin cuerpo, en una razón circular, que nos impiden llegar a una conclusión y, por tanto, a la LUZ que muchas veces vemos pero que no sabemos actuar para alcanzarla.

En el pensamiento fugaz y loco se pierden la ideas como temidas caídas al precipicio como nos muestra la carta 0 de “El Loco”. Esta parte que todos llevamos dentro pretende tenernos sin rumbo en un estado de inmadurez infantil, donde todo lo hacen por nosotros. Así se perpetúa la indecisión y a la vez la ansiedad y también frustración. De este modo, aparece la evitación como un campo germinado de “aquí no pasa nada”, la negación de lo que ocurre y la instalación en un confort inestable pero peleado. Uno se vuelve un equilibrista en la cuerda floja o tensa de la vida. El 0 también es a la vez un camino de reinicio donde comenzamos cada vez, y así seguimos repitiendo el atasco y justificando el motivo de tal encharcamiento.

“Intento no moverme a pesar del terror y a pesar del vacío emocional y de sentimientos que no puedo sostener y que corto en la cabeza”, estamos ahí en una disociación completa, este lugar es representado por la Torre, carta con el número XVI, en numerología el número 7. Este número nos pone en conexión con la necesitad de acabar con la condena de ese encierro en la mente, esa torre donde aunque parezca segura se usa como condena autoinfringida de jamás actuar. El 7 es una cárcel pero también una salida a través de una gran caída a la tierra, a una posible muerte o a resultar con heridas o secuelas que cambiarán todo y por eso no queremos movernos, tenemos terror. El trabajo del 7 en la torre del intelecto es intenso, aunque la única liberación posible es la caída al cuerpo, a la tierra, a que duela tanto o a que muramos y, acabemos esa etapa o ese tiempo. (El 7 desde la numerología nos remite y nos habla de la conexión cielo y tierra, la cual conlleva una dimensión transpersonal, inseparable de un trabajo personal que conlleva un ir más allá de lo mental y emocional para trascenderlo y vivir más en contacto con nuestra verdadera esencia).

El salto o lanzamiento quizás sea impulsado o inesperado, o puede que motivado por esa parte madura que nos muestra la lámpara que ilumina nuestra gran soledad en este camino doloroso pero que nos marca un lugar donde ir, una meta al final. Esa meta la marca nuestro Ermitaño interno, lleno de sabiduría y desapego. “El Ermitaño”, carta VIIII, El número 9 en numerología. (El 9 desde la numerología hace referencia al final de un ciclo o proceso evolutivo físico, mental, emocional y Transpersonal está relacionado con el desapego. Nos impulsa y prepara para un nuevo comienzo o resurgir. Es el preámbulo a un renacer...) Saltar es soltar el aferramiento a una cognición que impone ideas y abstracciones que impiden la realización del movimiento a habitarnos. “El bloqueo se rompe, dejo el aferramiento obstinado de la inteligencia abstracta y me atrevo a explorar con los pies en la tierra”, sentiríamos. El Ermitaño nos hace imaginar que es posible llegar a algo, que tiene sentido conectar con nuestra sabiduría interna y alcanzar el objetivo. Antes de caer en el horror de nuestra persistente anticipación lograremos acallar para siempre esas voces de la duda permanente y enfermiza y ACTUAR.

Finalmente, gracias a la acción de la caída de la torre, podemos resurgir en algo nuevo y con nuestra verticalidad humana renovada. La resurrección que implica la carta número XX, “El Juicio”, número 2 en la numerología, (el 2 desde la numerología hace alusión a la relación con el otro, con lo otro. Cuando desde la conexión con nuestra esencia podemos tomar consciencia de que el otro es un espejo de nosotros, pudiendo así integrar y hacernos responsables de nuestras sombras. Pudiendo desde esa responsabilidad comenzar a tomar las riendas de nuestra vida con la toma de decisiones), nos implica en nuestra propia revisión y aceptación de la nueva forma de existir, en la asociación de todas nuestras partes, sin ropa, sin nada más que nuestro renacimiento a una nueva decisión liberadora y transformadora, habiendo dejado todas las trampas mentales enterradas.

Desde el sentir de nuestro corazón, desde la conciencia del presente, conectamos con la llave que nos lleva a una nueva percepción del mundo al que reconocemos así como, a su vez, un reflejo de nuestro estado de consciencia, filtrado por nuestra personalidad, en capas de cebolla, que esconden nuestra verdadera esencia y finalmente renacer. Encontrar la luz y superar las crisis que, hacen de trampolín para poder tomar la decisión y son, además, reforzadoras y dinamizadoras de la situación crítica, enfocándose en una posibilidad y concentrar la fuerza que requiere realizarlas. Para ello contamos con nuestra PARTE NIÑA, que todos tenemos, y con sus dos partes integrantes, el Héroe (energía masculina) y el Niño Divino (energía femenina) que sabiamente designó Claudio Naranjo. Comenzando en adelante con una nueva existencia con un proceso nuevo y avanzado una vez estamos resucitaros decididamente.

 

OBJETIVOS Y PERSONAS A QUIÉN SE DIRIGE

A hombres y mujeres que estén en un momento vital que requiera encontrar salida y tomar decisiones.

Que estén dispuestos a profundizar y a elaborar este proceso de solución de problemas desde la dinamización y escenificación desde el cuerpo como protagonista activo. El taller es experiencial con paradas reflexivas para integrar sobre la práctica y ensayo de la resolución vital.

 

Dirección y conducción terapéutica:

Ascensión Ramírez Cágigas, psicóloga titular de ARCO PSICOLOGÍA (consulta sanitaria autorizada NICA 29.763). Especialista Europsy en psicoterapia, Especialista en Hipnosis clínica. En fase clínica supervisada de Análisis Bioenergético (Instituto internacional de Análisis Bioenergético, IIBA). Investigadora y experta en temas transpersonales y arquetípicos. Colegiada AN-02955 de Andalucía Occidental.


Reserva

609 566228 (ASCENSIÓN)


Plazas limitadas

Fuentes:
Sallie Nichols," Jung y el tarot. Un viaje arquetípico". Ed. Kairós.Barcelona 2006
Claudio Naranjo, "El niño divino y el héroe"
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CONSULTA SANITARIA AUTORIZADA CON REGISTRO NICA NUM. 29763