El cuerpo como herramienta de expresión inconsciente en la psicoterapia

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Del apego temprano al shock cefálico, la teoría polivagal y el enfoque de Berceli

Introducción


En la psicoterapia contemporánea, el cuerpo se reconoce como un territorio de memoria y expresión inconsciente. Las emociones reprimidas, los traumas de apego y las experiencias vitales no integradas se manifiestan a través de tensiones musculares, bloqueos energéticos y patrones fisiológicos automáticos.


Desde Freud hasta las neurociencias actuales, el cuerpo se ha comprendido como una vía privilegiada para acceder a los contenidos inconscientes. Autores como Reich, Lowen, Bowlby, Lewis, Porges y Berceli han contribuido a una visión integradora donde mente, cuerpo y relación se entrelazan en el proceso terapéutico.


Este artículo explora cómo el cuerpo, dentro de la psicoterapia, actúa como herramienta fundamental para expresar, comprender y transformar lo inconsciente, integrando aportes psicoanalíticos, somáticos y neurobiológicos.




El inconsciente y sus manifestaciones corporales


Freud (1915/1992) consideró que el inconsciente se manifiesta en síntomas, actos fallidos y sueños, pero también reconoció que el cuerpo podía ser escenario de conflictos reprimidos. Su discípulo Wilhelm Reich (1933/1980) amplió esta visión, introduciendo la noción de coraza caracterial, una estructura de tensiones musculares que refleja las defensas psíquicas y bloquea la libre expresión emocional.


Alexander Lowen (1975), fundador de la bioenergética, sostuvo que “las emociones son movimientos del cuerpo” (p. 43). La represión de esos movimientos produce rigidez, pérdida de energía y desvinculación del sentir. La psicoterapia corporal, por tanto, busca liberar la energía contenida y restaurar la conexión entre sensación, emoción y conciencia.




El cuerpo y la teoría del apego


La teoría del apego de John Bowlby (1969/1982) aportó una comprensión relacional y biológica de la mente humana. Las experiencias tempranas con los cuidadores modelan los modelos internos de relación y los patrones de regulación emocional.


Mary Ainsworth (1978) identificó diferentes estilos de apego con correlatos corporales claros: la tensión muscular del apego ansioso, la rigidez defensiva del evitativo o el colapso postural del desorganizado. Daniel Siegel (1999) demostró que estas configuraciones no son solo psicológicas, sino también neurofisiológicas, ya que el sistema nervioso autónomo aprende desde el nacimiento a regularse en función del vínculo con el otro.


El cuerpo, en consecuencia, es la primera sede del apego: un organismo que siente la seguridad o el peligro antes de poder pensarlo. En la terapia, estas huellas somáticas pueden reactivarse y transformarse en el marco de una relación terapéutica segura.




El shock cefálico: desconexión entre pensamiento y sensación


Bob Lewis (1984) describió el shock cefálico (cephalic shock) como una defensa somática ante la angustia temprana. En situaciones donde el niño no recibe sostén emocional, la energía vital se retrae hacia la cabeza, generando una desconexión entre pensamiento y sensación corporal.


Este patrón se traduce en hiperactividad mental, dificultad para sentir el cuerpo, ansiedad y desvinculación afectiva. En términos inconscientes, el shock cefálico protege de un dolor primario —la carencia de contacto o la pérdida del vínculo.


En la psicoterapia corporal, la tarea es reintegrar las partes escindidas del ser, facilitando que la energía fluya nuevamente del pensamiento al cuerpo, del control al sentir. Recuperar la conexión somática es, en este sentido, una vía directa de acceso al inconsciente.




La teoría polivagal: la neurofisiología de la conexión


Stephen Porges (2011), con su teoría polivagal, ofreció un marco neurofisiológico para comprender las respuestas corporales automáticas ante la seguridad o el peligro. El sistema nervioso autónomo cuenta con tres circuitos jerárquicos:


  1. El sistema ventral vagal, que permite la conexión social y la calma.

  2. El sistema simpático, encargado de la respuesta de lucha o huida.

  3. El sistema dorsal vagal, que produce inmovilización o colapso ante el trauma.


Cada estado tiene manifestaciones corporales y emocionales específicas, y se activa de manera inconsciente según la percepción de seguridad. En la psicoterapia, el estado ventral vagal es el que posibilita la relación, la confianza y la reparación del apego.


El terapeuta, mediante su propio estado corporal regulado, puede inducir co-regulación y restaurar la seguridad fisiológica del paciente. Así, la relación terapéutica se convierte también en un proceso de regulación autonómica compartida.




El enfoque de David Berceli: liberación corporal del trauma


David Berceli (2008), creador del método Tension & Trauma Releasing Exercises (TRE), desarrolló una aproximación corporal al trauma basada en la activación natural del reflejo neurogénico de temblor. Berceli observó que, tras una situación de amenaza, los animales tienden a temblar para liberar la carga fisiológica del estrés. Los humanos, en cambio, suelen inhibir este reflejo, almacenando la tensión en los músculos y el sistema nervioso.


El TRE busca restaurar este mecanismo biológico de autorregulación, permitiendo que el cuerpo libere, de forma segura, las cargas inconscientes de tensión acumulada. Según Berceli, el temblor no es signo de debilidad, sino de autocuración natural: un proceso somático que completa la respuesta inacabada al trauma.


Integrado en la psicoterapia, el enfoque de Berceli complementa la teoría polivagal, al ofrecer una vía experiencial y corporal para restablecer el equilibrio del sistema nervioso. A medida que la tensión se libera, el cuerpo recupera su capacidad de presencia, apertura y conexión.




Fenomenología del cuerpo y conciencia terapéutica


Maurice Merleau-Ponty (1945/1993) sostuvo que “no tenemos un cuerpo, somos un cuerpo”, afirmación que resuena profundamente con la práctica psicoterapéutica. La conciencia no es algo separado del cuerpo, sino que emerge desde él. En este sentido, la psicoterapia corporal no busca “interpretar” el cuerpo, sino escucharlo y permitir que se exprese.


A través de la atención somática, el paciente puede reconectarse con su experiencia presente, liberar tensiones antiguas y reconquistar una forma encarnada de ser. El cuerpo se convierte, así, en el lugar donde la historia inconsciente puede finalmente transformarse en conciencia vivida.




Conclusión


El cuerpo es el escenario donde se inscribe y se expresa el inconsciente. Desde las teorías psicoanalíticas de Freud y Reich, pasando por la bioenergética de Lowen y el apego de Bowlby, hasta la neurofisiología de Porges y las prácticas somáticas de Berceli, emerge una visión coherente: el cuerpo no solo guarda la memoria del pasado, sino que también posee los recursos para su sanación.


El shock cefálico describe la escisión mente-cuerpo; la teoría polivagal explica la fisiología del miedo y la conexión; y el TRE de Berceli ofrece una vía concreta para liberar las tensiones inconscientes. Juntas, estas perspectivas revelan que el proceso terapéutico es, ante todo, un proceso de reconexión corporal, donde la mente vuelve a habitar el cuerpo y el ser humano recobra su integridad.


El cuerpo, escuchado y liberado, deja de ser un espacio de defensa para convertirse en una fuente de verdad, presencia y transformación.




Referencias bibliográficas


  • Ainsworth, M. D. S. (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the strange situation. Lawrence Erlbaum Associates.

  • Berceli, D. (2008). The revolutionary trauma release process: Transcend your toughest times. Namaste Publishing.

  • Bowlby, J. (1982). Attachment and loss: Vol. 1. Attachment. Basic Books. (Trabajo original publicado en 1969).

  • Ekman, P. (2003). Emotions revealed: Recognizing faces and feelings to improve communication and emotional life. Times Books.

  • Freud, S. (1992). El inconsciente. En J. Strachey (Ed.), Obras completas (Vol. XIV). Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1915).

  • Lewis, B. (1984). The Cephalic Shock: Early trauma and the split between thinking and feeling. Journal of Bioenergetic Analysis, 1(2), 45–58.

  • Lowen, A. (1975). Bioenergetics. Penguin Books.

  • Merleau-Ponty, M. (1993). Fenomenología de la percepción. Planeta-Agostini. (Trabajo original publicado en 1945).

  • Ogden, P., Minton, K., & Pain, C. (2006). Trauma and the body: A sensorimotor approach to psychotherapy. W. W. Norton & Company.

  • Porges, S. W. (2011). The polyvagal theory: Neurophysiological foundations of emotions, attachment, communication, and self-regulation. W. W. Norton & Company.

  • Reich, W. (1980). La función del orgasmo. Paidós. (Trabajo original publicado en 1933).

  • Shaw, R. (2004). The embodied psychotherapist: The therapist’s body story. Routledge.

  • Siegel, D. J. (1999). The developing mind: Toward a neurobiology of interpersonal experience. Guilford Press.


 


 


 


 


Noviembre 2025, fuente utilizada Chat GPT por Ascensión Ramírez Cagigas aplicando autores importantes para el trabajo de Psicoterapia con Análisis Bionergético.



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