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Trastorno conducta alimentaria y redes sociales

El impacto de las redes sociales en los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA)

Laura Cruz Corado¹, Alumna en practicum de Máster de Psicología General Sanitaria de la Universidad Internacional de la Empresa (UNIE) curso 2024/25

Marcos Dominguez Ortiz², Alumno en practicum de Máster de Psicología General Sanitaria de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) curso 2024/25

Imagen generada mediante inteligencia artificial

¿Por qué las redes sociales están en el centro del debate?

Es innegable que las redes sociales han cambiado nuestras vidas, especialmente para los jóvenes. Aplicaciones como Instagram, TikTok o Youtube, nos sirven como entretenimiento a diario pero también nos muestran estándares de belleza que, muchas veces, no son realistas. Algunos muestran mensajes positivos que hablan de aceptación corporal, pero también está la otra cara. Aquella que te llena la cabeza de ideas de cómo deberías verte, aunque eso sea imposible para la mayoría.

 

En este escenario, los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son un problema cada vez más preocupante entre adolescentes y jóvenes adultos. Entre estos trastornos se incluyen la anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracones. Trastornos que afectan tanto la salud física como a la emocional. Estudios recientes, como los de Feijoo et al. (2023) y Sádaba (2024), han profundizado en la existencia de una relación directa entre las redes sociales y los TCA , destacando los riesgos asociados a la exposición constante a un contenido que idealiza “el cuerpo perfecto”.

 

Cómo influyen las redes sociales en el desarrollo de TCA

 

El vínculo entre las redes sociales y los TCA es complejo y multifacético. Además, ¿Sabías que las redes no solo muestran contenido al azar, sino que lo personalizan según lo que buscas? Es casi como si supieran qué te hace sentir inseguro. Este ciclo de exposición constante puede empeorar la insatisfacción corporal, algo especialmente peligroso para los adolescentes.

 

  • Comparación social:

    Los adolescentes, son de por sí especialmente vulnerables a las comparaciones, suelen hacerlo con influencers y modelos. ¿Y qué ocurre entonces? Esa comparación puede fomentar una distorsión en cómo se ven a sí mismos, sobre todo las chicas.

  • Publicidad encubierta y uso de algoritmos:

    Según Feijoo et al. (2023), los jóvenes son constantemente bombardeados con anuncios de dietas, productos para adelgazar y rutinas extremas de ejercicio. De nuevo y aunque no siempre parezca un anuncio, refuerza la idea de que para ser exitoso tienes que verte de cierta manera.

 

Además, al dar like o comentar publicaciones relacionadas con pérdida de peso, el algoritmo se asegurará de que este tipo de contenido siga apareciendo en el feed del usuario, bombardeando así de nuevo con más estándares inalcanzables con los que compararse.

 

Señales de alerta para identificar un posible TCA

 

Reconocer un TCA a tiempo es clave para poder prevenir complicaciones. Por lo tanto, mencionaremos a continuación las características diagnósticas de los principales TCA según DSM 5-TR

 

    • Anorexia nerviosa

        1. A.: Restricción de la ingesta alimentaria que conduce a un peso corporal significativamente bajo.

        1. B.: Miedo intenso a aumentar de peso o a engordar o comportamiento persistente que interfiere con el aumento de peso

        1. C.: Perturbación en la forma en que se experimenta el peso o la forma del cuerpo. Influencia indebida del peso o la forma del cuerpo en la autoevaluación, o falta persistente de reconocimiento de la gravedad del bajo peso corporal actual.

 

    • Bulimia nerviosa

        1. A.:Episodios recurrentes de atracones. Un episodio de atracón se caracteriza por lo siguiente:

            1. 1.: Comer, en un periodo discreto una cantidad de alimentos que es definitivamente mayor a la que la mayoría de las personas comerían en un periodo de tiempodeterminado.

          1. 2.: Una sensación de falta de control sobre la comida durante el episodio.

        1. B.: Conductas compensatorias inapropiadas recurrentes para evitar el aumento de peso, como vómitos autoinducidos; mal uso de laxantes, diuréticos y otro medicamentos; ayuno o ejercicio excesivo

        1. C.: Los atracones y las conductas compensatorias ocurren en promedio al menos 1 vez a la semana durante 3 meses.

        1. D.: La autoevaluación está indebidamente influenciada por la forma del cuerpo y peso.

        1. E.: La alteración no se produce exclusivamente durante los episodios de la anorexia nerviosa.

 

  • Trastorno de atracones

      1. A.: Episodio recurrentes de atracones (tienen las mismas características que en la bulimia)

      1. B.: Los episodios de atracones se relacionan con varias de las siguientes: comer mucho más rápido de lo normal, comer hasta sentirse incómodamente lleno, comer grandes cantidades de comida sin sentir hambre física, comer solo por sentir vergüenza de como lo hace y sentirse disgustado con uno mismo, deprimido o muy culpable después de los episodios.

      1. C.: Existe una marcada angustia relacionada con los atracones

      1. D.: Tienen lugar en promedio al menos una vez a la semana durante 3 meses.

    1. E.: Los atracones no están asociados con el uso recurrente de conductas compensatorias inapropiadas como en la bulimia.

 

Por otro lado, es importante mencionar que un aspecto común entre los distintos TCA, es la presencia de dismorfia corporal , que implica una percepción distorsionada del cuerpo. Aunque la preocupaciíon central varía entre los diagnósticos, muchas personas con TCA:

 

  • Perciben su cuerpo de manera exageradamente negativa o distorsionada

  • Dedican tiempo significativo a compararse con otros o revisarse frente al espejo

  • Baja autoestima y sentimientos de vergüenza.

  • Evitación social o aislamiento debido a la vergüenza o ansiedad por la apariencia.

  • Conductas repetitivas relacionadas con la apariencia, como mirarse constantemente al espejo, tocarse la piel o buscar aprobación.

 

Tratamiento: un enfoque interdisciplinar

 

Tratar un TCA no es algo que se pueda resolver con una sola solución; requiere abordar el problema desde varias áreas.

 

    • Tratamiento psicológico
      El tratamiento de los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) en nuestra Consulta Sanitaria ARCO PSICOLOGÍA, en Dos Hermanas (Sevilla), se basa en un enfoque ecléctico, enraizado en el humanismo, la bioenergética, la hipnosis clínica y la terapia cognitivo conductual. Estos pilares terapéuticos buscan integrar cuerpo, mente y emociones, promoviendo una recuperación profunda y sostenida.

    • Humanismo: Reconectando con la autenticidad personal
      La psicología humanista, con su énfasis en la aceptación incondicional, la empatía y la autenticidad, constituye el núcleo de nuestro enfoque. Este modelo terapéutico se centra en ayudar a los pacientes a reconectar con su sentido de valor inherente, más allá de los estándares externos o las exigencias sociales.

      1. Exploración y autoaceptación:
        A través de la Terapia Centrada en el Cliente (Rogers, 1961), ofrecemos un espacio seguro para que los pacientes puedan explorar sus emociones, creencias y experiencias sin temor a ser juzgados. Esta base fomenta el crecimiento personal y una relación más saludable consigo mismos.

      2. Enfoque en los valores personales:
        Ayudamos a los pacientes a identificar y vivir de acuerdo con sus valores, superando las expectativas externas. Esto incluye trabajar en la aceptación corporal y en redefinir el éxito y la autoestima desde una perspectiva interna y no comparativa.

 

    • Bioenergética: Sanar a través del cuerpo
      La terapia bioenergética (Lowen, 1975) parte del principio de que las emociones reprimidas se manifiestan en el cuerpo como tensiones musculares crónicas y bloqueos energéticos. En el tratamiento de los TCA, este enfoque resulta particularmente valioso para reconectar al paciente con su cuerpo de una manera positiva y restaurativa.

      1. Liberación emocional mediante el movimiento:
        Ejercicios específicos, como la respiración profunda, el trabajo corporal y las posturas que liberan tensiones acumuladas, ayudan a desbloquear emociones reprimidas. Esto permite al paciente procesar la vergüenza, el miedo o la ira subyacentes al TCA.

      2. Reconexión cuerpo-mente:
        En los TCA, el cuerpo suele percibirse como un enemigo o un objeto a controlar. La bioenergética promueve una relación más integradora y respetuosa, donde el cuerpo es experimentado como un aliado enlugar de un adversario.

 

  • Hipnosis clínica: Acceso al subconsciente y regulación emocional
    La hipnosis clínica es una herramienta poderosa para trabajar con las creencias profundas y los patrones automáticos que mantienen el TCA. Utilizamos este enfoque para ayudar a los pacientes a explorar su subconsciente y reestructurar pensamientos limitantes que perpetúan el trastorno.

    1. Intervención en el diálogo interno:
      Bajo un estado hipnótico, el paciente puede acceder a sus narrativas internas más arraigadas. Esto facilita la reestructuración cognitiva y emocional, ayudándolo a desarrollar una percepción más compasiva de sí mismo.

    2. Reducción de la ansiedad y los impulsos:
      La hipnosis se utiliza para manejar la ansiedad, reducir los atracones o las conductas compensatorias, y reforzar patrones saludables en la relación con la comida y el cuerpo.

    3. Visualización para el cambio positivo:
      Guiamos al paciente en visualizaciones terapéuticas para reforzar sus objetivos de recuperación y cultivar una autoimagen más positiva y realista.

  • Terapia Cognitivo-Conductual(TCC): Modificación de patrones de pensamiento y conducta

    La TCC se centra en identificar, cuestionar y modificar los patrones disfuncionales de pensamiento y comportamiento que perpetúan el trastorno. Se orientan a abordar la naturaleza egosintónica de los síntomas, la interacción entre los elementos psicológicos y fisiológicos, las creencias específicas en relación con la comida, el peso y la figura corporal y el déficit en el autoconcepto. Algunos de los componentes son:

    • Establecimiento de hábitos saludables, estrategias para desarrollar patrones de alimentación más equilibrados y saludables.

    • Exposición gradual para afrontar el miedo a ciertos elementos o a situaciones relacionadas con la alimentación

    • Manejo de emociones y regulación conductual

    • Entrenamiento en habilidades sociales y asertividad

    • Planificación y prevención de recaídas

  • Un enfoque integral y personalizado

    La integración de estas cuatro disciplinas permite abordar los TCA desde múltiples ángulos: el humanismo fomenta la autoaceptación y la autenticidad, la bioenergética conecta con las emociones almacenadas en el cuerpo, la hipnosis clínica trabaja con las creencias profundas que sostienen el trastorno, y la terapia cognitivo conductual interviene en los patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales

    Este enfoque interdisciplinar no solo trata los síntomas del TCA, sino que también busca transformar la relación del paciente consigo mismo y con su entorno, construyendo una base sólida para el bienestar a largo plazo.

    • Soporte médico y nutricional:
      En casos graves, se necesita supervisión médica para estabilizar al paciente. Además del diseño de planes de alimentación para reintroducir hábitos más saludables.

    • Educación digital:
      Es importante enseñar a los jóvenes a identificar qué contenido puede ser dañino y a desarrollar un pensamiento crítico frente a los ideales promovidos en redes.

    • Apoyo social:
      La familia, los amigos, el entorno cercano, todos juegan un papel crucial. A veces, solo necesitan a alguien que los escuche y los entienda.

 

Prevención: cómo minimizar el impacto de las redes sociales

 

Prevenir es siempre mejor que tratar, y hay formas de reducir el impacto negativo de las redes sociales:

 

  • Fomentar la diversidad corporal: Campañas como las del movimiento body positive ayudan a mostrar que todos los cuerpos son válidos.

  • Regular contenido digital: Las plataformas deberían limitar la publicidad sobre dietas extremas o productos para adelgazar. Esto es clave, aunque a veces parece que no lo toman tan en serio.

  • Educación en medios: Enseñar a los jóvenes a cuestionar lo que ven en redes sociales, para que no lo tomen todo como una verdad absoluta.

 

En resumen

 

No podemos culpar únicamente a las redes sociales del desarrollo de los TCA, pero su influencia en cómo las personas perciben su cuerpo es innegable. Es un problema complejo, pero si combinamos educación, regulación y apoyo psicológico, podemos marcar una diferencia.

 

Y al final, proteger a los jóvenes en este mundo digital es una responsabilidad compartida: familias, educadores, profesionales de la salud y, claro, las propias plataformas digitales deben poner de su parte.

 

Referencias

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Belloch, A. (Ed.). (2020). Manual de psicopatología (4ª ed.). McGraw-Hill.

Clauer, J. (2011). “Embodied Relational Therapy: Theoretical and Clinical Integration of Gestalt

Therapy, Bioenergetics, and Body Psychotherapy.” Body, Movement and Dance in Psychotherapy .

Fairburn, C. G. (2008). Cognitive Behavior Therapy and Eating Disorders . New York: Guilford Press.

Feijoo, B., Cambronero-Saiz, B., & Miguel-San-Emeterio, B. (2023). Body perception and frequency of exposure to advertising on social networks among adolescents. Profesional de la información, 32 (3), e320318.

Hammond, D. C. (Ed.). (1990). Handbook of Hypnotic Suggestions and Metaphors . New York: W. W. Norton & Company.

Hilton, R. (2007). The Healing Power of the Breath . New York: Shambhala Publications.
Livingstone, S., & Helsper, E. J. (2021). Children, Internet, and Risk: The International Handbook of Media Literacy Education . London: Routledge.
Lock, J., & Le Grange, D. (2015). Treatment Manual for Anorexia Nervosa: A Family-Based Approach . New York: Guilford Press.

Lowen, A. (1975). Bioenergetics . New York: Penguin Books.

Maslow, A. H. (1970). Motivation and Personality (2nd ed.). New York: Harper & Row.

Rogers, C. R. (1961). On Becoming a Person: A Therapist's View of Psychotherapy . Boston: Houghton Mifflin.

Sádaba, C. (2024). Anales del sistema sanitario de Navarra, 47 (1), e1075.

Sádaba, C. (2024). La Influencia de las Redes Sociales en los Trastornos Alimentarios . Madrid: Ediciones Complutense.

Schneider, K., Bugental, J. F. T., & Pierson, J. F. (2001). The Handbook of Humanistic Psychology: Leading Edges in Theory, Research, and Practice . Thousand Oaks, CA: Sage Publications.

Spiegel, D., & Spiegel, H. (2004). Trance and Treatment: Clinical Uses of Hypnosis (2nd ed.). Washington, DC: American Psychiatric Publishing.

Treasure, J., Duarte, T. A., & Schmidt, U. (2020). “Eating Disorders.” The Lancet, 395 (10227), 899-911.

Yapko, M. D. (2012). Trancework: An Introduction to the Practice of Clinical Hypnosis (4th ed.). New York: Routledge.

 

 

Hablemos de amor (4): Reenamorándonos

Charla y taller psicocorporal bioenergético.

Por Ascensión Ramirez Cagigas Psicóloga y Psicoterapeuta
JUEVES 5 DE OCTUBRE A LAS 20:00 de 2017 Ateneo Andaluz, C/ Marcelo Spínola, nº 9, Dos Hermanas (Sevilla)

En esta nueva edición del ciclo de charlas coloquio “ Hablemos de amor”, hago una invitación más arriesgada que sólo el quedarse en el pensamiento y en la palabra. La propuesta es vivir el coloquio en el cuerpo y en la interacción con los demás, en concreto la apertura y permiso a explorarnos en la relación real y física, afectiva y emocional, a introducirnos en nuestras sensaciones, en sus límites, intermedios y cercanías. Hablar con la mirada, con la distancia, con el toque, con la presencia, con el calor y con la motivación de una forma nueva que se construye desde la experiencia. En definitiva, reenamorarnos.


Cualquier persona puede asistir puesto que enamorarse es una capacidad humana, y reenamorarse, como quiero transmitiros, es una capacidad consciente y palpable, en la que dejamos de sufrir por la bajada hormonal de la naturaleza cuando la costumbre se instala en una relación, también, simplemente, cuando no tenemos una relación de pareja y tememos implicarnos en alguna, quizás cuando la vida nos parece vacía y no somos capaces de disfrutar de la simpleza de poder respirar, ver, oler, saborear, tocar, intuir.


Reenamorarte es instalarte en una realidad colorida y alegre, serena y sin necesidades exigentes. Desde mi visión, es una manera de hallar la belleza y la felicidad del momento presente, sin idealizaciones ni lógicas. Es abrir el corazón y atreverte a sentir los movimientos más intensos con un buen anclaje de seguridad. Es enriquecerte y mejorar tu calidad existencial.


En esta charla taller todos participaremos activamente y nos permitiremos ejercicios corporales en relación con los demás, por lo que os pido que os vengais con ropa suelta y cómoda, además de una toalla o esterilla para la parte de suelo. También cuaderno y bolígrafo para notas.


La asistencia tiene un precio simbólico de 10 €.
Duración, hora y media.

Programa:

  1. Qué es reenamorarse
  2. La recuperación de nuestra capacidad de enamorarnos.
  3. Claves para vivir en-amor-a-dos
  4. Taller:
    1. Parte A: Abriéndonos a sentir y a enraizarnos a diferencia de la fantasía de disney.
    2. Parte B: Decir no, decir si, para individuarse y luego para unirse de veras.
    3. Parte final: la aceptación
  1. Qué es Reenamorarse.

En un sentido genérico el concepto de reenamoramiento se define como una vuelta al enamoramiento. Es así como casi todos lo entendemos, sin embargo a continuación voy a exponer otra formulación diferente para este término.

En las charlas anteriores hablábamos de enamorarnos como un programa de la naturaleza para conseguir la prolongación de la especie, de una manifestación bioquímica transformada en un estado alterado de consciencia.

En este discurso, no vamos a hablar de este estado inconsciente amoroso nuevamente, sino de un sentimiento consciente y profundo, una comprensión sentida en cada momento de la experiencia de en-amor-(d) arse.

Hablamos de la relación de pareja, no obstante podemos entender la palabra también como una manera de acoger la vida llena de luz y color, de sonidos y sensaciones alegres, corporales y presentes. Se puede tener una existencia más auténtica y real en estado en-amor-(d) ado y observarlo en este taller de hoy.

Otro aspecto a investigar es la reactivación del enamoramiento en la pareja que no está ya enamorada, pero se quieren, se gustan y se elijen. Por eso, los miembros del par se disponen a reenamorarse con los pies en la tierra, a seguir descubriéndose en la novedad, que siempre sucede en la evolución personal y transpersonal, y a crear con la energía conjunta una mejora de la relación continuada.


La recuperación de nuestra capacidad de enamorarnos.

Recuperar significa conseguir alcanzar lo que se ha perdido. Considero que el ser humano, hombre y mujer, tiene en su núcleo esencial el amor, el ser mamíferos sociales nos convierte en gregarios para nuestra supervivencia. Esta es la base de nuestra especie, es el vínculo, el amor que hace que podamos hacernos independientes siendo los seres más débiles de la naturaleza en nuestro nacimiento. Al nacer todos hubiéramos muerto si no nos hubiesen cuidado y alimentado, nos hubiesen abrigado y protegido, y sobre todo, si no nos hubieran mirado y se hubiesen enamorado de los bebés que fuimos.

El elixir humano es ese amor mamífero, ese enamoramiento surgido desde el primer minuto que nos permite vivir; en el budismo se llama apego y, también lo llamó así en su teoría del Apego John Bowlby y Marie Ainsworth (1973, 1979, 1980).

La leche con amor es la clave para que un niño desvalido desarrolle adecuadamente sus estructuras cerebrales de la emoción social humana, su sistema límbico.

Cuando llegamos a descubrir el interés afectivo sexual por alguien, estamos previamente programados con la imagen ideal que tenemos de lo que tiene que ser. Este ideal de amor se basa en los modelos familiares de la pareja y de la familia, que hemos tenido. Estamos reproduciendo los vínculos de amor que aprendimos desde el principio con nuestras personas básicas, nuestra madre y padre o aquéllos que cumplieron esas funciones.

La capacidad amorosa se manifiesta según nuestro vínculo primario, con la figura materna, y enseguida también conseguirnos vincular de manera secundaria. Desde esta reproducción de la manera de relacionarnos amorosamente nosotros construimos nuestra experiencia y visión del mundo.

Tener varias figuras afectivas en la primera infancia, además de la madre y el padre, hermanos, abuelos, tíos etc., hace que el niño se sienta visto y enlace de distintas maneras con la gente. Me atrevo a afirmar que en este tiempo se manifiesta la capacidad de enamorarnos, una y más veces, quizás incluso de manera poliamorosa.

En la segunda infancia y en la adolescencia, la fantasía y la idealización llenan la existencia mental en todas las culturas humanas. Lo simbólico nos caracteriza y en estas etapas esenciales se producen su mayor apogeo creativo.

En la juventud aparece con claridad el patrón de relación afectiva de pareja, que ya está estructurado según la capacidad de vincular, y los modelos parentales y generacionales que tenemos incorporados a nuestros esquemas.

Como en toda capacidad humana, enamorarse es una característica que diferencia a cada persona. También es variada la manera de enamorarse que, con frecuencia, es distinta incluso en el mismo individuo, aunque tenga elementos comunes en su manifestación.

Lo complicado puede ser entender que la naturaleza nos lanza al cumplimiento de especie desde el interés por la novedad y la curiosidad. Además, tenemos unos patrones de pareja de nuestros ancestros, mitos, leyendas, cuentos, etc., que nos encuadran para permanecer en algo que seguramente nunca hubiésemos elegido como puede ser permanecer en una pareja que está afectada por el hábito y la monotonía, por la dejadez y el automatismo. Nos volvemos androides en una relación, es decir, empezamos, cuando la bioquímica cerebral baja, con la destrucción/separación de la díada, de una manera inconsciente pero que tiene el sentido de cegarnos en la aparente comodidad que nos lleva al deseo de placer y a la evitación del dolor que defendían las corrientes hedonistas de nuestras bases grecorromanas. Esta falsa zona de confort es la que me señala la causa de la muerte del enamoramiento. Poderse ver en el desengaño y entregarse en una pelea interna y/o externa para reconocer que de nuevo es importante elegir y, a ser posible, con el periodo de reflexión correspondiente, es lo que se procura evitar con este confort neurótico, inconsciente y desenergétizado.

Avanzando en el enamoramiento, destacar que cuándo se produce el efecto de pérdida de idealización aparece una terrible frustración debida a los cambios hormonales que han sucedido, al bajar los neurotransmisores de la curiosidad y de la acción. Es entonces que aparece la rabia contra la pareja que no cumplió con la expectativa creada. La inseguridad, los celos, la envidia, las comparaciones de origen del apego se instalan durante años, a veces expresadas y, en la mayoría de ocasiones, hacia dentro de manera agresivo-pasiva.

El objetivo entonces es dar la vuelta a esta transformación degenerativa que lleva a un estado de aferramiento a lo propio olvidando lo compartido. Entonces puede tener un sentido el elaborar un plan para rescate de las sensaciones y sensibilidad de la etapa de enamoramiento, de las percepciones llenas de color y definidas en plenitud, del estado mágico sin estar embrujado, y buscarlo voluntariamente desde la práctica del modo emocional que es coincidente con la apertura del corazón, de la respiración, de las energías vitales básicas como son por ejemplo la celebración de las ganas de descubrir, de desnudarse, de entregarse, de darse y sin olvidar el seguir consciente, admirando nuestra propia cualidad amorosa que surge sin esfuerzo y que nos hacer disfrutar un mundo real lleno de matices.

En conclusión, reenamorarse es darse un permiso para vivir ampliamente, sin restricciones ni temores, poder pintar nuestra existencia y llenarla de sonidos, sabores, olores, tactos y mucha mirada atenta y presente. Y para lograr esta construcción es básico el plan y la intención y, sobre todo, poner el foco en llevar nuestra energía a alimentar, a nutrir, la relación humana de tal modo que sea curiosa, nueva y nos motive indagarla. Hacer verdadera escucha y presencia amorosa no es sencillo, expresar lo que uno es tampoco, dejar de aparentar comportarnos o mostrarnos como los demás imaginamos que esperan, es importante, y hacer de una relación afectiva un lugar rico para ser libre y dejar de controlar es una gran meta.

Se puede practicar desarrollando nuestra inteligencia emocional para volver al paraíso esencial, entrenando nuestras habilidades expresivas y ampliando el contacto piel a piel, distancia adecuada y consensuada, apoyo, límites y, sobre todo, apertura y aceptación.


Claves para vivir en-amor-a-dos.

Recuperar la mirada del otro y también así la propia, aprendiendo a distinguirla, a aprovechar la experiencia para dejar de necesitar como bebés inseguros.

Dar apoyo y permitirse recibirlo, dejarse cuidar y cuidarse a la vez.

Respeto de las distancias y los espacios, favoreciéndolos, pues así se consigue la cercanía verdadera.

Atender a la intimidad suficientemente para los dos, a veces incluso entrenar el deseo y el erotismo para aprovechar la presencia y el goce en cuánto haya ocasión.

Compartir tiempo en común y tiempo en independencia, conservando la escucha y respetando la queja, ampliando la empatía y la simpatía. Poniendo interés en siempre dar e invertir en la relación.

Trabajar activamente en sumar, y estar cada vez menos en el reproche y la expectativa o lo que es lo mismo en el restar

Acordar encuentros sexuales con preparos especiales en las dos direcciones y tener claro que el dolor de cabeza se pasa con la relación sexual sana y la apertura al placer, por tanto, ya no hay excusa. Incluso los dolores físicos se mejoran con la práctica sana de la sexualidad afectiva.

Si no hay pareja, el enamoramiento vuelve con la concentración expresa y verdadera en cada momento que favorece el sentir y, de esta manera, hasta lo más insignificante es realmente maravilloso.


Taller

La preparación de nuestro envase corporal para existir en plenitud es fundamental y en este momento vamos a traducir cada una de estas palabras e ideas en forma física, en práctica activa y en comprensión nueva con cada posición o movimiento. La experiencia frente al otro y con el otro hace descubrir la propia historia y llorarla o celebrarla. Lo seguro es que hacer no es lo mismo que pensar, sentir no es lo mismo que imaginar. Mi profesora de ballet, donde tuve la fortuna de formarme durante más de 11 años, me decía: “Si quieres bailar, piensa haciendo el movimiento”, “Marca con las piernas y con todo el cuerpo lo que quieres realizar y cómo lo sientes al ejecutar”. Con estas bases descritas, ahora exploraremos lo siguiente:

La distancia: Cercanía lejanía, relacionado con el límite, “hasta dónde puedo recibirte”, A partir de ahí se va progresando en la cercanía, Igual para la lejanía.

La mirada: Presencia real y estar pero sin mirar.

La escucha: Sentirte y sentir al otro, con ojos abiertos y cerrados en diferentes planos y posturas, de pie.

El contacto: Masaje y sexualidad, superando barreras y vergüenzas.

El apoyo: Carga y liberación. Experiencia de cargar o ser cargado y lo que viene después.

La independencia y el tiempo común; Comprender la capacidad de reenamorarse sin fundirse, sin cargar, ni ser cargado y desde ahí lanzarse a un nuevo consenso que contenga el derecho a ser uno mismo en relación, en vínculo, en confianza y en libertad.

Los modelos del amor y su influencia en nuestra elección de pareja

Charla coloquio.

Por Ascensión Ramirez Cagigas Psicóloga y Psicoterapeuta
JUEVES 5 de OCTUBRE de 2017 Ateneo Andaluz, C/ Marcelo Spínola, nº 9, Dos Hermanas (Sevilla)

  1. Metáfora de las estrellas y planetas, eclipses y otros fenómenos.
  2. Qué son los modelos del amor
  3. Tipos de modelos
  4. Cómo nos influyen en nuestras elecciones y en el desarrollo de expectativas de la relación de pareja
  5. La construcción del nuevo modelo de igualdad, la intersección vital

2ª Charla coloquio organizada por el taller Ateneo de Ejercicios de Bioenergética.

Ciclo “HABLEMOS DE AMOR”.

Metáfora de las estrellas y planetas , eclipses y otros fenómenos

En el universo está el vacío y el lleno, lo cierto es que parece vacío, aunque solo sea de aire irrespirable, quizás sea un espacio inimaginable. Desde nuestro planeta podemos observar, con un telescopio, a veces yéndonos al campo para ver el firmamento con claridad, algunos fenómenos y millones de formaciones de nuestra vía láctea latiendo y emitiendo una luz que, posiblemente sea de una estrella que ya no exista debido a la distancia tan enorme desde que emitió su luz.

En este entramado cósmico existen de vez en cuando uniones, separaciones y los movimientos de coincidencia. Es el eclipse el más curioso de observar desde La Tierra. Cuando la luna se interpone entre el Sol y La Tierra se produce el eclipse lunar, aunque solo sea durante un instante, la luna se observa perdida en el Sol u oscureciéndolo. Así también son las relaciones de pareja, a veces están en pleno eclipse donde la luna y el sol no se distinguen, ni se diferencian, fundidas, fusionadas. Cuando el eclipse pasa llega la separación en la que parece que los distintos cuerpos celestes consiguen su propia identidad. Sin embargo, ¿qué ocurre cuándo el eclipse es parcial?, todos podemos acercarnos y admirar el acercamiento u alejamiento y sentir algo especial e importante, emocionante al notar esa conexión entre dos astros tan especiales.

¿Quizás tengamos nuestra forma favorita de observar las luces, sombras y penumbras entrecruzándose? Puede que sea una forma conocida, ¿nos suena?

Nuestros modelos del amor son dinámicos como el universo, se mueven continuamente, para nosotros solo existe uno y es el que aprendimos con nuestros padres o referentes. El modelo de familia, de pareja, de existencia y de relación hombre-mujer, mujer-mujer, hombre-hombre. Ese modelo o el contrario, según fue entendido o transformado.

Tendemos a reproducir de manera inconsciente lo que vivimos y dónde nos criamos. Sin pensar, nos quedamos con una forma de interrelación y consideramos que para todos es igual. Esas son las diferencias entre cada miembro de un par. Resumiendo, los encuentros y desencuentros amorosos nos influyen pues nos recuerdan cuánto de bueno fue para nosotros ese hogar que imaginábamos seguro, que es posible que lo fuera y que, quizás, para una minoría lo haya sido.

Qué son los modelos del amor.

El modelado que recibimos de nuestra familia de origen nos marca profundamente, tanto es así que aunque reneguemos por algo destructivo que haya sucedido, hacemos lo posible, sin darnos cuenta, por reproducir esos vínculos amorosos y así poder seguir buscando experimentar PERTENENCIA.

Pertenecer es básico para nuestra especie pues somos seres sociales, gregarios, necesitamos de los otros, miembros de nuestra especie, para sobrevivir. El vínculo afectivo favorece la unión, aunque también la necesidad de explorar la separación. Marcela Lagarde es una gran luchadora e ideóloga de la evolución femenina. Analiza en su trabajo “Para mis socias de la Vida”, las distintas formas amorosas a lo largo de la historia. Me llama la atención su profundización en los lazos amorosos destructivos provocados por el miedo a perder al otro, a quererlo controlar, a existir solo. Lo que Fina Sanz define como inclusión.

El mal de amores

Por Ascensión Ramirez Cagigas Psicóloga y Psicoterapeuta

Programa:

  1. El mal de amores
  2. La crisis en el enamoramiento
  3. La crisis en la pareja consolidada
  4. La pareja resiliente
  1. El mal de amores es definido por el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española como una enfermedad o dolencia. Otras definiciones la conceptúan como un estado de sufrimiento producido por un desengaño o por un amor no correspondido. Sin embargo, el mal de amores en esta ocasión va a englobar muchas maneras de no aceptación del otro y, la caída en el dolor de la expectativa del ideal que la persona se hace cuando se relaciona afectivamente con alguien en plan de pareja.

Podemos considerar que alguien está enfermo de amor en los siguientes casos:

  1. En pleno enamoramiento, cuando la persona se siente abandonada en algo que considera que ella no haría, “amando como ama”. Comienza un debate en el interior de esa persona que desarrolla un monotema obsesivo y que intenta comprobar repetidamente.

En la primera charla de este ciclo, expliqué el papel de las hormonas en el enamoramiento. Cuando se cae en el mal de amores lo que se baja en la dopamina como neurotransmisor del placer y de la curiosidad, y del aprendizaje apasionante. Se reduce considerablemente la serotonina, sintiendo un estado de inseguridad en intranquilidad que produce una alarma en el sistema nervioso autónomo. El cerebro queda activado por la noradrenalina que se quedó alta para favorecer la energía sexual y agresiva del encuentro de apareamiento.

Un cerebro inseguro, acompañado de falta de placer, y elevado de energía agresiva, solo puede favorecer el enfado, la rabia, la desconfianza y el reproche.

Cuando la persona se reencuentra con su enamorad@ solo sabrá sacar su frustración, el coraje y así empiezan a sucederse etapas de ajustes y nuevos desajustes. Según sea la historia de cada miembro del par, se llevará mejor o peor todo este caos hormonal. Lo cierto es que todo lo que era placer e interés por el otro comienza a desaparecer progresivamente y, se entra en la sospecha continuada por miedo al abandono, al engaño, a la traición. Algunas veces, la causa de este sufrimiento puede ser una experiencia previa desgraciada o, simplemente, un modelo de amor distinto que no se entiende y se denuncia, una rebelión contra la pérdida del ideal de la persona que empezamos a conocer.

Los síntomas son:

  • Primero: Negación.“No puedo creerlo”.
  • Segundo: Recuerdo de experiencia propia o de la cultura o del mito. “No puedo permitirlo”.
  • Tercero: Ataque defensivo. “Me dañas y te vas a enterar”.
  • Cuarto: Hundimiento. “No puedo vivir sin ti, no me abandones, no puedes hacerlo”.
  • Quinto: Alivio y resignación. “Menos mal que no te vas, con eso me conformo”.
  • En una relación consolidada, la sensación más frecuente es de monotonía, insatisfacción, enfado, discusiones, críticas, restas en vez de sumas. Hay un apego fuerte y dependiente que se amplifica con el sufrimiento, puede haber protesta pero no se atiende y, se usa el mecanismo agresivo pasivo de comunicación en el que la separación de actividades, tiempo, intimidad es cada vez mayor. Se ventilan cuestiones pasadas solo por reprochar sin objetivo o como mera defensa. Hay muchos trastos y dolor que van en las dos direcciones. La relación puede estar herida, mal curada y produce residuos nada deseables.
  • En una relación de amistad, cuando hay una de las dos personas que se interesa amorosamente en la otra, y no es correspondida. En ocasiones, se disfraza de amistad algo que no lo es. Hay una carga de atracción y deseo por el otro, con tal de estar cerca se vive una expectativa continua. Aunque a veces se explicite el amor o el deseo, muchas otras se está cerca aceptando incluso la sumisión al otro. El sufrimiento y la desesperanza aparecen, sin embargo el límite de soportar crece y hace que nunca sea el momento de transformar esa amistad en amor, de ser capaz de expresarlo, de plantarse ante una historia que es solo para el beneficio del amigo o de la amiga..
  • El cierre al amor o cierre del corazón es un blindaje que se ha hecho una persona por una experiencia afectiva traumática o negativa. La decepción ha sido tan grande que marca la existencia del sufriente amoroso.

    El doliente se permite cercanías íntimas sin compromiso y, al más mínimo atisbo de avance en la relación, hay huída, excusas, justificaciones. Lo cierto es que esa persona necesita relacionarse pero a la vez también no implicarse, todo va bien mientras sea así.

    La disociación entre el corazón y la sexualidad se enquista, hace que el amado solo viva un contacto superfluo carente de sentimiento porque no hay permiso de rendirse en la totalidad. Muchas veces también es bloqueada la fluidez del disfrute sexual a pesar de que se esté comenzando la conexión amorosa. La disociación sexo/corazón puede favorecer la aparición de disfunciones sexuales como anorgasmia, problemas de eyaculación, de erección, dolor o dispaneuria, vaginismo, etc.

    1. La crisis en el enamoramiento

    Los enamorados en su mundo embrujado tienen un tiempo determinado en este estado, cada uno el suyo.

    Un día uno de los dos descubre que ya no es tan maravilloso el otro y se encuentra protestando o con la primera pelea. Algo que sorprende desagradablemente aparece, es un comienzo de cordura, de aterrizar brusco, aunque con la percepción terrible de que nuestro enamorad@ está cambiando, ya no es como se mostraba.

    Este descubrimiento tan intenso produce una caída del pedestal en el se tenía al amad@ y una decepción que necesita ser resuelta y traspasada. Silvia Salinas y Jorge Bucay en su libro “Amarse con los ojos abiertos” hablan sobre ese momento como “el darse cuenta de la diferencias y poder dejar atrás las semejanzas del ideal amoroso”. Esta comprensión es compleja puesto que es difícil aceptar que el otro no era como lo creó su enamorad@, que no ha cambiado, sólo es que no se le podía ver por la ceguera expansiva del enamoramiento. Si alguien reprocha al otro por haber cambiado es que realmente no ha podido verle en realidad, quizás no ha querido, y en su lugar ha hecho una preferencia selectiva de los sentidos para escoger solo las coincidencias.

    Traspasar esta barrera favorecerá la construcción del amor real, el conocimiento de la pareja, y la conexión auténtica que surge de la superación del miedo a mostrarse tal cual se es.

    1. La crisis en la pareja consolidada

    Puede ser que se de una idealización o enamoramiento prolongado, que puede perdurar aunque haya habido una consolidación de la relación. Mayoritariamente, el efecto bioquímico va transformándose con el paso del tiempo y es importante el desarrollo de habilidades para favorecer conscientemente el proyecto de pareja.

    La etapa de pareja estable requiere gran capacidad para adaptarse, para innovar y, sobre todo, para poder ser uno mismo sin perderse en el otro. Para sumar tiempos compartidos y tiempos personales, para la crianza sin conflictos educacionales buscando soluciones consensuadas.

    Cuando aparece una crisis, algo de todo lo anterior, bien no ha aparecido, o puede que se haya desequilibrado la balanza hacia un lugar que llamo pereza de apego. En el budismo moderno, este tipo de pereza se refiere a quedarse aferrado a hábitos superficiales, a entretenimientos materiales, en vez de trabajarse la práctica diaria que permite el avance en realizaciones verdaderas para el bien de los demás, como la generosidad, la ecuanimidad, el tomar y el dar, etc.

    En aplicación a las dificultades de mantenerse en pareja, la pereza de apego es el apalanque en un aporte pasivo a la relación una vez logrado el amor y el nido. La lucha del día a día es agotadora, cansina, uno no tiene ganas más que de descansar, dormir o ver la televisión, redes sociales, etc. Otras veces se busca salir a entretenimientos diversos y estar en compañía de mucha gente, también llenarse de trabajos para justificar el no tener ganas de compartir. Se llega a no escuchar ni a ver la señales, que siempre avisan, y tarde o temprano ocurre la crisis.

    Cuando no se atiende el propio sentimiento y la energía se desvía de lo importante, cualquier acontecimiento puede afectar y por tanto, alejar a las personas que se aman.

    Es importante estar atent@, pedir ayuda, comunicar los sentimientos, escuchar, mirarse de verdad en vez de la fuga, la pasividad, o la amargura y resignación.

    1. La pareja resiliente

    La resiliencia significa salir fortalecido y evolucionado de situaciones traumáticas y experiencias vitales de hundimiento y de extrema dureza, fue un término acuñado por Boris Cyrulnik en su libro “Los Patitos Feos”:

    En este ensayo, resiliencia equivale a «resistencia al sufrimiento», y señala tanto la capacidad de resistir las magulladuras de la herida psicológica como el impulso de reparación psíquica que nace de esa resistencia. (N. d. t.)”

    Este concepto aplicado a la pareja significa que los integrantes de la misma han sido capaces de superar las crisis de su relación no de cualquier manera sino favoreciendo un crecimiento humano increíble de cada cual.

    Ciertamente, la pareja es un contexto que favorece todos los avances de comunicación humanas, es un laboratorio que reproduce los primeros vínculos madre - hij@, padre - hij@. Por lo tanto, si se van superando con amor, comprensión, confianza, libertad, respeto, los altibajos vitales que acontezcan, indudablemente la evolución está cantada.

    He de destacar que el trabajo de pareja necesita saltar las vallas de la pereza del apego y de vínculo inseguro, para lograr ese desarrollo anhelado, casi utópico, pero que me consta que muchas parejas han conseguido y siguen logrando cada día.

Claves para encontrar el amor

Por Ascensión Ramirez Cagigas Psicóloga y Psicoterapeuta

  1. El enamoramiento como un programa de la naturaleza.
  2. ¿Es el enamoramiento lo mismo que el amor?
  3. ¿De quién nos enamoramos?
  4. ¿Cuánto dura el enamoramiento?
  5. ¿Puede ser posible enamorarse de más de una persona a la vez?
  6. ¿Se puede recuperar el enamoramiento y sumarlo al amor de pareja?
  7. Claves.

 

01.: El enamoramiento como un programa de la naturaleza.

Todo está preparado en nuestro organismo para cumplir con la propagación de la especie y el enamoramiento es el estado emocional y físico que manifiesta esta predisposición a la búsqueda de pareja.

El enamoramiento consiste en un entramado bioquímico-fisiológico que influye en el estado de ánimo volviéndolo elevado y expansivo, coloreado e intenso, es un estado de locura transitoria donde vivimos la transformación de la realidad y nos concentramos tanto en descubrir a la pareja que perdemos interés incluso en las necesidades más básicas como comer, dormir, descansar, relajarse, que se alteran. Se caracteriza porque, de pronto alguien, parece ser externo, pasa a ser un centro de atención interno y obsesivo, pues es persistente, y genera un fuerte deseo de fusión con la persona objeto del enamorad@.

El ser humano puede creerse con control sobre este estado, pero solo si lo comprende puede regularlo y observarlo. También la experiencia puede ayudar a contenerlo y, a veces, a decidir salir voluntariamente del estado enamorado y así ocurre ya todo un proceso de duelo de mayor o menor intensidad semejante a un síndrome de abstinencia de cualquier drogadicción.

El programa natural nos condiciona es cierto, aunque la mayoría de las personas generamos defensas que suelen hacernos de protección y, en no pocas ocasiones nos apartan de la aventura de entregarnos a ese estado tan gratificante y placentero.

En sí mismo, el estado del enamorado es de felicidad, solo que ésta es condicionada a la presencia y cercanía de su recién descubierto “amor”.

Este “amor” siempre es, aparentemente, el verdadero y único, el que siempre habíamos esperado. Esta historia es la de los cuentos de hadas, eterna inspiración de canciones y leyendas, es un estado que te envuelve y te arrastra y, por supuesto, si hay separación del amad@, hay un terrible sufrimiento que puede incrementarse si no se recibe la respuesta deseada o se incumplen expectativas creadas por el enamorado.

En resumen, nuestro programa salta solo, sin aviso, sin control, y el deseo prioritario es la unión con el o la amante.

Como veremos, el enamoramiento produce neurotransmisores y éstos a la vez producen efectos que generan más y diversos neurotransmisores, lo descubriremos en el cuadro del siguiente esquema:

02.: ¿Es el enamoramiento lo mismo que el amor?

Como hemos visto anteriormente, el enamoramiento surge de manera natural aunque a veces las resistencias y los miedos a la entrega lo dificulten. Entonces puede que pensemos en estar simplemente acompañados o solos.

El enamoramiento es ocasional, sin embargo se puede evitar u olvidar con solo dejar de avivarlo.

El amor es básico para la existencia de los humanos, nos hace ser nutridos y protegidos cuando somos unos bebés desprotegidos, nos da una identidad de especie, el amor se genera y es un sentimiento nuclear. Puedo decir sin temor a equivocarme, que el amor es el centro de todas las inquietudes humanas, es con el que hacemos lazos amorosos desde que nacemos sin parar hasta el final de nuestras vidas.

En terapia siempre cualquier conflicto se relaciona con una herida en el vínculo afectivo y, se sana encontrando el núcleo amoroso.

El amor en la pareja se crea con el vínculo que ambos partícipes sean capaces de desarrollar. Si hay enamoramiento previo se puede facilitar, aunque no siempre es un requisito para la construcción amorosa.

Cuando muchos decimos, “se me acabó el amor, ya no estoy enamorado”, no es correcto, es entonces cuando se empieza realmente con el trabajo del amor afectivo, que no romántico. Es, sin embargo, un periodo de cambio, una zona no confortable que procuramos pasar de largo lo antes posible. Cuando hemos vivido el enamoramiento, queremos que siga y dejar que el estado haga por nosotros el vínculo, aunque eso es un autoengaño. Es un trabajo de cada cual permitirse salir de vivir de la renta del enamoramiento, a elaborar realmente la aceptación y el amor con alguien.

03.: ¿De quién nos enamoramos?

Nos enamoramos de nosotros mismos, de nuestras cualidades y capacidades vistas en el otro, pero disociadas de nosotros, de pronto todo lo que anhelamos lo encontramos en el otro sin darnos cuenta que está en nosotros. Construimos un ideal de pareja relacionada con la cultura y sociedad en la que nacemos, con los mitos claves y, lo observamos en toda expresión de arte y representación del contexto en el que vivimos. Todos creamos a alguien a quien “amaríamos”, luego las vivencias hacen definir, delimitar, concretar.

La verdad es que no vemos a la persona de la que nos hemos enamorado, hasta que dejamos de estar enamorados, esta es una curiosa observación, seguro que les llama la atención.

Y voy a más, la focalización en lo que “me gusta” de alguien, hace que lo que es en global no pueda descubrirse. Cuando el periodo más agudo pasa es cuándo puede empezar el verdadero encuentro entre los enamorados. Señalo que este estadio agudo siempre es crítico cuando se considera el enamoramiento como amor y, si es así, suele suceder la compresión de que muchas veces no hay casi nada en común, se descubren las diferencias y en ocasiones pueden pesar demasiado.

Otro apunte es que el enamoramiento es un estado de la persona que lo vive y nada tiene que ver el amado o amada en ésto. Quiero concretar que es un@ quién se enamora, crea su realidad y su visión del otro independiente de lo que puedan ver o contar los demás. También añado que el enamoramiento es independiente del objeto amado, es decir, uno se enamora por dentro, no de alguien, aunque curiosamente pone ese enamoramiento fuera y dice “estoy enamorad@ de …”.

04.: ¿Cuánto dura el enamoramiento?

Puede durar tiempo, desde meses a años, depende de la capacidad de idealización que tenga la persona, en todo caso, la fase de locura y expansión suele rondar aproximadamente entre dos meses y 8 meses, si hay distancia física o geográfica entre los amantes puede extenderse hasta 2 años o más, ya digo hay muchas diferencias individuales y, la historia de cada persona afecta a esta duración.

05.: ¿Puede ser posible enamorarse de más de una persona a la vez?

Es posible, cada persona tiene su propia capacidad para enamorarse y la influencia educacional y social puede afectar a los modelos del amor que desarrolle. Señalo los conflictos que pueden surgir en el sistema de creencias, cuando alguien pueda quebrar las normas de una cultura, sin embargo nadie puede mandar sobre quien se enamora y de la diversidad expresiva de su manifestación.

También puede ocurrir que la persona esté predispuesta internamente a sentir los efectos de la expansión del estado de enamoramiento y pueda mantener varios amantes en plena euforia hormonal.

Incluso puede activar relaciones de amor previo a través de los enamoramientos, por estar en un estado de consciencia alterado, si el enamorado consigue salir de la obsesión por una sola persona y, si logra conservar su vida sin apegarse al objeto amado.

06.: ¿Se puede recuperar el enamoramiento y sumarlo al amor de pareja?

Vuelvo a insistir en la capacidad de enamoramiento de cada cual, y los gestos de cada día construyen un vínculo amoroso que puede llegar a ser enriquecido y creativo. Es importante salir de la zona de confort con frecuencia, activarse, atenderse y atender en todo lo que sea posible. El afecto profundo puede movilizar la pereza a la comodidad que todos padecemos y también la tendencia a poner en los demás las responsabilidades propias. El amor es mágico, pero también un@ puede aprender a hacer que la magia se de, si uno lo decide y lo establece como prioridad y, es persistente en dicha inversión. Y ya no depende del otro, igual que en el periodo de enamoramiento espontáneo inicial.

No quiero dejar de hablar de la importancia de la actividad sexual en la relación de pareja que indudablemente es básica para fortalecer la conexión afectiva corporal y expresiva. No hay pareja sin sexo, no sería una pareja tal cual la definimos.

07.: Claves:

  • Entender que podemos explorar el enamoramiento si surge o decidir sentirlo sin perderte en nadie en concreto, vivenciarlo como un estado de consciencia curioso y realmente enriquecedor.
  • Salir de las creencias románticas que conducen al idealismo amoroso y, por tanto a entrar en relaciones engañosas , cargadas de expectativas y de peticiones al otro, teniendo en cuenta que en este momento todo es eterno, por el estado mental del o de los enamorados.
  • El vínculo amoroso no depende del enamoramiento, pero si aparece es interesante independizarlo del mismo.
  • El enamoramiento es un recurso natural para escoger pareja al que podemos rendirnos sabiendo lo que es y observándonos con curiosidad, para poder mirar a la persona que se elije entre la neblina, sin ponerle cualidades que realmente si tiene, es pura coincidencia. Los humanos elegimos pareja influidos por patrones de muchos tipos y, la mayoría son automáticos. Es interesante hacerlos lo más conscientes posible a través de estas experiencias emocionantes. La vida es emoción y luego aparece la razón o lógica.
  • Si queremos tener pareja será buena idea la disminución de los requisitos que tiene que cumplir. Mirarnos dentro, ser sinceros para decidir si podemos estar dispuestos a compartir, aceptar y descubrirnos dentro de esa relación o, simplemente queremos entregarnos a la locura de amor. Con otras pretensiones puede que repitamos patrones que nos conducen al sufrimiento y, que en la mayoría de ocasiones, son anclajes de creencias.
  • Otra cosa importante es la energía que estamos dispuestos a poner en la relación de pareja. Muchas veces no tenemos ganas de complicarnos y salir de la zona de confort en la que nos instalamos. Y volvemos a autoengañarnos deseando tener a alguien para quién de verdad no estamos dispuestos, a veces ni siquiera le dejamos un hueco para el encuentro. Reflexionar nos ayudará a descubrir lo que realmente queremos en el fondo, lo demás son impulsos, sin más, que pueden terminar apagándose.
  • Tener pareja supone estar implicado. tener proyectos comunes, mejorar las habilidades de negociación y comunicación, además de la práctica en la expresión de nuestras emociones y, en la contención de aspectos que solo pueden perjudicar, como por ejemplo, hablar de nuestras anteriores parejas o de los traumas que vivimos en esas circunstancias.

Esta lista puede crecer indefinidamente, pero así está bien por ahora, la dejamos abierta.

Espero que estas cuestiones y claves nos despierten intereses en nuevas perspectivas para observar el enamoramiento, el amor y, de este modo lleguemos a conoceros mejor.

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CONSULTA SANITARIA AUTORIZADA CON REGISTRO NICA NUM. 29763